Basta de callar - Carta del victimario
Señores de la comisión de la verdad y la reconciliación, La presente es para confesar un crimen terrible que he cargado durante muchos años. En mis primeros años de actividad en el grupo policial denominado como los “Sinchis” cometí crueles abusos contra muchas mujeres peruanas. Pero debo añadir que no fui el único y que en ese entonces dábamos por valido estos abusos como una forma de persuadir a los campesinos de entregar a los senderistas. Soy Juan Torres Campos, hijo de un oficial del ejército. Mi padre siempre quiso hacer de mí un hombre fuerte. Por ello, me golpeaba y ponía en duda mi sexualidad con comentarios y señalamientos ante cualquier rasgo que no encajara con su concepción de hombre. Sin embargo, entre más me golpeaba e insultaba menos hombre me sentía. Sentía miedo y frustración de no poder ser quien él quería que yo fuese. Ese dolor hizo que creciera con un fuerte deseo de aceptación. No quise entrar al ejército pues quería alejarme de ...